En sentencia 4815 de abril de 2018, la superintendencia de industria y comercio precisó que, en el marco de efectividad de la garantía, de acuerdo con lo previsto en el Estatuto del Consumidor, restringir el derecho con frases lapidarias en las cuales se prohíbe el cambio de los productos adquiridos o la devolución del dinero pagado por estos objetos, tales como «no se aceptan devoluciones de dinero» son cláusulas abusivas que se derivan en una vulneración al interés del consumidor.

Cabe recordar que las cláusulas abusivas son aquellas que producen un desequilibrio injustificado en perjuicio del consumidor y las que, en las mismas condiciones, afecten el tiempo, modo y lugar en que este puede ejercer sus derechos. Para determinar dichas clausulas abusiva la SIC estableció los siguientes criterios: (i) que no haya sido negociada de manera individual, es decir, que sea impuesta de manera general con todos los usuarios; (ii) que vaya en contra de la buena fe contractual, (iii) que con su imposición se genere un desequilibro respecto de la posición del consumidor o usuario.

Además, en múltiples ocasiones la Superintendencia de Industria y Comercio ha establecido que los productores y proveedores no podrán incluir cláusulas abusivas en los contratos celebrados con los consumidores, En caso de ser incluidas serán ineficaces de pleno derecho.

Por lo tanto, la expresión cuando utilizada genera una asimetría significativa que restringe la forma en que el consumidor podía solicitar la efectividad de la garantía; y no se advierte una razón que justifique o explique el hecho de utilizar la expresión mencionada, cuando es un deber de las partes actuar de buena fe y procurar el equilibrio del negocio.