En principio, resulta relevante mencionar que la vinculación formal de un trabajador a una empresa se realiza exclusivamente a través de la celebración de un contrato de trabajo. Según lo establecido en el artículo 22 del Código Sustantivo del Trabajo, dicho contrato constituye un acuerdo de voluntades mediante el cual una persona natural se compromete a prestar un servicio personal a otra persona natural o jurídica, en un contexto de subordinación continua, a cambio de una remuneración por el mencionado servicio prestado por el trabajador.
En ese sentido, al momento de proceder con la contratación de un trabajador, es imperativo tener en consideración diversos aspectos, los cuales se detallarán a continuación:
En primer lugar, resulta indispensable contar con una clara determinación del tipo de contrato que regirá la relación laboral, ya que existen diversas modalidades contractuales contempladas en la normativa laboral. Entre ellas se encuentran los contratos por obra o labor, los contratos a término fijo o indefinido, así como los contratos de aprendizaje, aplicables específicamente en el caso de los aprendices.
En segundo lugar, se debe prestar atención rigurosa a la normativa laboral vigente, especialmente en lo referente al salario mínimo establecido por la Ley. Es imperativo tener presente que dicho salario mínimo se ajusta de manera anual según el Índice de Precios al Consumidor (IPC). Es importante destacar que ninguna relación laboral puede estipular una remuneración salarial inferior al salario mínimo legal mensual vigente, salvo contratos con jornada parcial o medio tiempo.
Además, se debe tener en cuenta que la jornada laboral máxima actualmente establecida es de 48 horas semanales, con derecho a un día de descanso remunerado. Es relevante señalar que, conforme a lo dispuesto en la Ley 2101 del 2021, se ha reducido la jornada laboral a un máximo de 42 horas semanales. Esta reducción podrá aplicarse de forma progresiva o de manera automática.
Asimismo, es fundamental que el empleador cumpla con la obligación de garantizar al trabajador las prestaciones sociales legalmente establecidas, tales como las primas, cesantías, intereses sobre las cesantías y las vacaciones. De igual manera, corresponde al empleador efectuar el oportuno pago de la Seguridad Social de sus trabajadores, que abarca la cobertura de salud, pensión y riesgos laborales. Se destaca que una vez transcurridos tres meses desde la vinculación del trabajador a la empresa, siempre y cuando su remuneración no supere los dos salarios mínimos legales mensuales vigentes, el empleador tiene la obligación de proveer al trabajador con la respectiva dotación laboral.
De manera conjunta y en relación a las formalidades que deben cumplirse al momento de suscribir un contrato laboral, es importante tener en consideración que, aunque el contrato pueda ser celebrado de manera verbal, se recomienda que sea formalizado por escrito, con el propósito de establecer de forma clara y precisa las condiciones acordadas y brindar seguridad jurídica a al empleador. En dicho contrato deberán ser detallados elementos esenciales como el cargo ocupado, la remuneración pactada, así como las obligaciones y responsabilidades inherentes al trabajador. La formalización escrita del contrato laboral brinda mayor certeza jurídica a ambas partes y evita posibles controversias en el futuro.
En relación al proceso de selección mediante el cual se procederá a la contratación del trabajador, un aspecto a tener en cuenta es la necesidad de llevar a cabo un proceso justo y transparente. Es altamente recomendable realizar una entrevista personal para obtener un conocimiento directo del trabajador que se pretende contratar. Asimismo, se sugiere evaluar detenidamente las habilidades del futuro trabajador, así como revisar las referencias correspondientes a sus empleos anteriores, a fin de asegurarse de que las referencias del trabajador en puestos similares sean favorables. Todo esto con el propósito de proyectar y garantizar que los resultados en la empresa serán satisfactorios.
De igual manera, se insta al empleador a tener en consideración, al momento de proceder a la contratación de un trabajador, el estricto cumplimiento de las disposiciones normativas en materia de seguridad y salud laboral, con el propósito de asegurar un entorno laboral seguro y salvaguardar la integridad física y mental de los empleados. Asimismo, se sugiere la realización de exámenes de ingreso, los cuales, si bien no son obligatorios, contribuyen a mitigar posibles riesgos para la empresa. Finalmente, se recomienda prestar atención a las restricciones y recomendaciones médicas que puedan tener los trabajadores, llevando a cabo un seguimiento continuo de su evolución y permitiendo que desempeñen sus funciones de manera óptima. En caso necesario, se sugiere adaptar los puestos de trabajo para satisfacer sus necesidades médicas específicas.
