Debido a la controversia que se ha venido generando de otorgar autorización de la fusión entre las aerolíneas Avianca y Viva Air, el país se vio inmerso en una crítica situación de suspensión de operaciones por parte de la aerolínea Viva Air, compañía que ofrecía al país un modelo de “bajo costo”, siendo accesible para la población.
Adicionalmente, su suspensión no solo acarrea consecuencias a los consumidores, ya que como es de conocimiento para todos, su no funcionamiento, genera secuelas a una gran cantidad de trabajadores y colaboradores directa e indirectamente de la aerolínea.
En relación con ello, y buscando dar una perspectiva genérica del proceso, es preciso indicar que, en la actualidad, las líneas áreas son negocios frágiles debido a la alta inversión que se debe de generar, sumando las diversas situaciones que concurrentemente se presentan en el mercado, como lo es, las situaciones de fuerza mayor y caso fortuito, las cuales deben afrontar.
En concordancia con lo mencionado, una de las situaciones presentadas para la toma de decisión de unificar los derechos económicos de las aerolíneas, fue el gran impacto que se generó a consecuencia del COVID-19, dejando como resultado meses prolongados de cierre, que, hasta la fecha, no solo las aerolíneas mencionadas, sino diversas aerolíneas a nivel mundial se encuentran en recuperación por las restricciones tomadas en su momento.
Por lo tanto, y debido a la poca flexibilidad regulatoria expedida por parte de la Aerocivil, y las diversas posturas de considerar que la participación en el mercado de manera conjunta entre las aerolíneas, se establecería como monopolio, posición no congruente frente al caso, ya que, aunque es evidente que la fusión entre las aerolíneas, generaría un gran porcentaje de participación en el mercado nacional, no sería causal suficiente para determinar que tendría una posición dominante en el mercado, por el contrario continuaría operando la libertad de mercado aéreo en la toma de decisión por parte de los consumidores.
De la mano con lo anterior, se debe tener como referencia, las diversas integraciones que se han generado a nivel mundial, otorgando la posibilidad de estructurar el mercado, y continuar ofreciendo el servicio aéreo a diferentes zonas del país, desafío que se encuentra inmerso las aerolíneas de asumir la elasticidad del precio como resultado de la demanda, es decir, el costo que se asume por ofrecer sus servicios a un precio racionalmente justificable para el consumidor.
Es así, que tras nueve (9) meses de haber iniciado el proceso de solicitud de integración por parte de la aerolínea Avianca, el cual tenía como objetivo principal fortalecer la operación administrativas y financieras de la aerolínea Viva Air, proceso que se desarrolló, en pro de plantear diversas alternativas por parte de Avianca, con la finalidad de ser aprobadas y concordantes a las condiciones establecidas por la Aerocivil en su resolución 873 de 2023 , se toma la decisión de desistir del proceso por parte de Avianca.
Dentro de la argumentación en la toma de decisión por parte de la aerolínea Avianca, cabe resaltar, como se ha venido desarrollando, la realidad en el sector de aviación, viéndose altamente afectados por la múltiples recisiones y dificultades como lo son los altos precios del combustible, situación que genera un alza de precios, que imposibilita continuar operando como aerolínea de “bajo costo”.
Por lo tanto, el camino estratégico que se quería generar sobre la fusión correspondiente entre las aerolíneas, consistía en integrar en única sociedad (Avianca) la aerolínea de Viva Air, la cual continuaría operando bajo su propia marca, y ofreciendo las mismas rutas que hasta el momento se encontraba operando.
En conclusión, las diversas limitaciones que se generaron y la prolongación del proceso que se ha venido desarrollando, deja como resultados perdidos relevantes en el sector de turismo, por otra parte, limita la toma de decisión de los consumidores, toda vez que la oferta se encuentra supeditada a ciertas aerolíneas que a la fecha ofrecen su demanda a costos elevados, y los perjuicios ocasionados a sus trabajadores. En este sentido, quedamos supeditados, a la regulación y toma de decisión que se genere frente al servicio aéreo, que se va a ofrecer al mercado colombiano.