Una de las consecuencias que se genera a raíz del crecimiento económico en un país, y por supuesto del incremento poblacional del mismo, es la aparición de la necesidad de desarrollar nuevas formas de movilidad. Ahora, este acelerado incremento demográfico y del uso que estos actores les dan a los diferentes medios de transporte, traen consigo una problemática global, como lo es el aumento progresivo de los accidentes de tránsito.
A nivel internacional, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), los accidentes de tránsito son la octava causal de muerte[1], alrededor de 1,24 millones y 50 millones de personas fallecen o resultan lesionadas respectivamente[i] como consecuencia de estos. Por otra parte, en Colombia, los siniestros automovilísticos constituyen la segunda causa de muerte violenta, de aquí que constantemente el Gobierno tome medidas encaminadas a la disminución de los mismos.
Ahora, uno de los interrogantes que surgen en el marco de la Pandemia por el brote del Coronavirus COVID-19, es ¿Cuál ha sido la incidencia que ha tenido el COVID 19 en la ocurrencia de siniestros en el País? Y aunque la respuesta puede parecer lógica partiendo de las decisiones tomadas por el Gobierno como, la extensión de cuarentenas obligatorias en el territorio nacional, restricciones de movilidad, medidas como el pico y cédula junto con la medida del pico y placa, es pertinente examinar las cifras otorgadas por la Federación de Aseguradores Colombianos FASECOLDA, así: [2]
Como se puede observar, en el año 2019 la siniestralidad en Automóviles oscila alrededor de los puntos 50%, 60% y 70%, y aunque varían de acuerdo a los meses, en términos generales se mantienen en estos rangos. Ahora, en los dos primeros meses del año 2020, es decir antes de la Pandemia, los índices de siniestralidad aumentan respecto de año anterior, acercándose al 70%, a partir de aquí, en el mes de marzo y abril se refleja una considerable disminución de accidentes, lo cual corresponden al momento en el que fue decretada la cuarentena obligatoria en el país.
Por otra parte, con el paso de los meses y pese a las medidas tomadas por parte del Gobierno, la obligatoriedad en la prestación de algunos servicios y en general la apertura paulatina de algunos sectores de la economía hasta llegar al día de hoy, exponen un incremento rápido de los índices de siniestralidad, de tal forma que los índices del año 2019 son por poco alcanzados en el año 2020. Situación que de acuerdo a FASECOLDA vuelve a normalizarse con una tendencia a la baja en el primer mes del año 2021, lo que se puede relacionar con el segundo pico de la pandemia por el brote del Coronavirus del COVID-19.
En ese sentido, al presentarse una disminución en los índices de accidentes de tránsito, implícitamente se podría creer que habría lugar a la disminución en la presentación de las reclamaciones a las compañías aseguradoras, a pesar de esto, las estadísticas demuestran que la disminución en los accidentes no es por sí misma una razón para que se presente una disminución en la radicación de reclamaciones, pues tan solo hubo una variación del 2% entre el año 2019 y el año 2020 con tendencia al incremento en el primer mes del año 2021 como se puede ver a continuación:
Los desafíos que trajo la
pandemia por el brote del Coronavirus-COVID 19, han sido muchos, y gracias a
ellos los diferentes sectores han reestructurado su esquema de operaciones y
prestación de servicios, las herramientas tecnológicas y el aprovechamiento de
las diferentes plataformas que ofrece el mercado, han permitido que las
compañías aseguradoras puedan dar cumplimiento a las obligaciones contratadas por
sus clientes, y por supuesto, a lo consagrado en la normativa Colombiana de
cara a los terceros que resulten lesionados en este tipo de siniestros.
Autor: Valentina Peña Rueda . – Abogada Consultante