¿Sabías que el simple acto de formalizar tu empresa a través de una sociedad puede ser el impulso que necesitas para llevar tu negocio al siguiente nivel? Imagina un mundo donde tus ideas emprendedoras se convierten en una realidad segura y próspera, donde las oportunidades de crecimiento se multiplican y las ventajas empresariales se despliegan ante ti. En este artículo, te revelaremos los secretos mejor guardados de la formalización societaria y cómo puede transformar tu trayectoria empresarial.
Colombia cuenta con diversidad que permite que los empresarios cuenten con diferentes opciones de sociedades para formalizarse, y puedan elegir la que más se ajuste a sus necesidades y a las actividades que desempeñarán en el mercado, siendo las más utilizadas, la sociedad anónima S.A. y la sociedad por acciones simplificadas S.A.S.
De este modo, al existir diversos tipos societarios y escoger uno para formalizarse, el empresario creará una persona jurídica distinta que se convertirá en el vehículo legal ideal, para lograr el crecimiento y desarrollo de su negocio, y obtener ciertos beneficios, que en este artículo explicaremos.
Así, con la creación de una sociedad es más fácil la unión de esfuerzos y de capital para el desarrollo de una actividad en el mercado que logre un impacto y un crecimiento sucesivo, y para esto, las personas que decidan unirse, llamados socios, establecen unas reglas a seguir en las operaciones de su actividad económica, indican sus derechos, obligaciones, responsabilidades, como se tomarán las decisiones en la dirección del negocio, y otros aspectos dentro del marco legal.
También, se separa el patrimonio del empresario de aquel que se invierta en el negocio, es decir en la sociedad. De esta manera los socios protegen sus activos personales, y la sociedad cuenta con los propios para realizar y responder por sus operaciones, lo que significa que ante sus obligaciones y los acreedores los socios no deben responder con sus patrimonios, quedando limitada su responsabilidad a los aportes que realizaron a la sociedad.
Además, si bien hay una separación de patrimonios, los socios obtienen un beneficio proporcional a la inversión que realizan, al finalizar cada periodo, recibiendo así las llamadas utilidades, provenientes de los rendimientos que ha obtenido la sociedad en su actividad, y que se reparten una vez hechas las operaciones correspondientes, como son pagos de obligaciones a terceros, de insumos, mercancías y demás que sean necesarias para mantener la actividad de la empresa.
Del mismo modo, al formalizar e ir creciendo como empresa es indispensable dar confianza y seguridad en el mercado, a consumidores, acreedores, proveedores, instituciones y demás para entablar una relación, realizar operaciones en conjunto, invertir, y demás acciones que permiten continuar con el crecimiento de la empresa, lo cual se puede lograr al realizar la actividad dentro de los lineamientos legales, y contar con unas normas internas que guíen la dirección de la empresa. Así mismo, al obtener dicha confianza se genera credibilidad, haciendo más fácil acceder a créditos financieros, y prestamos con las entidades bancarias, con mejores tasas de interés, y posición de negociación.
Otro aspecto, es la continuidad de la empresa, algo que se obtiene a través de una estructura sólida y perdurable en el mercado como es la sociedad, en la que incluso si sus socios van cambiando, se mantiene conforme a lo que se haya pactado en sus estatutos; y de la mano de esta continuidad es posible crear una imagen social sostenible que hace identificable a la empresa ante terceros.
De igual forma, al existir como sociedad, es posible recibir beneficios fiscales y financieros, toda vez que algunas sociedades pueden acceder a regímenes especiales de tributación, en los cuales se obtienen ventajas como la deducción de impuestos, de gastos empresariales, reinversión de utilidades y la posibilidad de obtener otros beneficios fiscales por promover el desarrollo empresarial.
Ahora bien, en el ámbito laboral, se facilita realizar la contratación de empleados, que son claves en el desarrollo de la actividad económica, realizando contratos de prestación de servicios o contratos de trabajo donde se brinda seguridad al trabajador al afiliarlo al sistema de seguridad social, con prestaciones como salud, pensión y riesgos laborales, viéndose respaldados en el cumplimiento de sus derechos por la sociedad como persona jurídica y no por los socios como personas naturales aparte.
En ese sentido, la formalización de un negocio en una sociedad ofrece a los empresarios y socios involucrados una serie de beneficios que permiten desarrollar un negocio sólido y perdurable en el mercado bajo protección legal ante los mismos socios y terceros, como son: la separación de patrimonios, limitación de responsabilidad, el acceder a financiación e inversión, beneficios fiscales, contratación de trabajadores, crecimiento, imagen, reconocimiento y confianza que aseguran bases necesarias para la sostenibilidad y el éxito de la empresa a largo plazo en el mercado.
